Pérdida auditiva relacionada con la edad - Información, expertos y preguntas frecuentes

Evaluación completa mediante estudio de audiometría, timpanometría y prueba de oído medio para medir mediante decibles cuál es el grado de pérdida auditiva. De esta manera determinar el plan a seguir con el paciente. En algunos casos se requiere de tratamiento médico y/o uso de aparatos auditivos.

Es la disminución de la capacidad auditiva sin factores predisponentes asociados como la presión arterial alta o la diabetes. Se debe realizar una historia clínica completa, exploración física y estudio de audiometría completa para poder realizar el diagnóstico y proporcionarle la ayuda auditiva adecuada a cada paciente procurando la mejor calidad de vida y evitando el aislamiento social al que se ven sometidos dichos pacientes.

Con la edad nuestro oído empieza a tener cambios degenerativos y las células que se encargan de la audición van envejeciendo y muriendo. Estas células no se regeneran, es por ello que las personas empiezan a percibir que escuchan menos. Esto se ve agravado por el antecedente de haber padecido problemas de oído, haber tomado medicamentos que dañan al oído (ototóxicos), por padecimientos como diabetes o hipertensión y por la exposición al ruido en alguna etapa de su vida. Los pacientes poco a poco notan que escuchan pero no entienden lo que les dicen y se altera su vida. Por ello deben acudir a valoración para adaptar un auxiliar auditivo y puedan sentirse mas seguros.

La hipoacusia en los adultos es de suma importancia ya que interfiere en la comunicación con sus familiares y/o en el trabajo, la mayoría de los paciente sienten que aún logran escuchar sin embargo dejan de entender algunas palabras, es decir distinguirlas o discriminarlas y con ello perder la comprensión en general de una plática. Es por ello que debe realizarse un estudio de audición (audiometría) para evaluar cuáles son los sonidos que se están dejando de escuchar y la causa del problema, para indicar el tratamiento correspondiente.

Los problemas auditivos afectan sensiblemente la calidad de vida de los adultos mayores: al disminuir su capacidad para comunicarse, pueden llegar a aislarse de su propia familia, poniéndoles en riesgo de depresión; también se incrementa su riesgo de presentar caídas y otros accidentes. Además, cuando existe una pérdida auditiva prolongada, no sólo se afectan las zonas cerebrales de la audición: también pueden afectarse la memoria, la atención, la concentración y otras funciones del cerebro cuya pérdida en conjunto llamamos demencia. Dar tratamiento temprano a un problema de audición también significa proteger nuestras capacidades mentales o las de un ser querido.