Radiografía: ¿Qué es y cómo funciona?

La radiografía o rayos x, es una prueba de diagnóstico muy común. Además de ser económica, rápida y no duele, permite visualizar los huesos. La radiografía de tórax y la radiografía panorámica dental son algunos estudios comunes, pero debes someterte frecuentemente a los rayos x.

La radiografía es la prueba de radiología e imagen más antigua en medicina. Después de su invención, han aparecido otros métodos más precisos como la tomografía computarizada. A pesar de ello, los rayos x tradicionales aún son extremadamente útiles y comunes. Hemos recopilado la información más importante al respecto.

Del texto aprenderás, entre otros:

• ¿Cómo funciona la radiografía?
• ¿Cuánto cuesta la radiografía y dónde se puede hacer?
• ¿Los rayos x son peligrosos para la salud?
• ¿Cuándo no debes hacer un examen de rayos X (contraindicaciones)?
• ¿Qué es la radiografía con contraste?
• ¿Cómo prepararse para un examen de rayos X?
• ¿Necesito una orden médica para una radiografía?
• ¿Cómo funciona es el procedimiento paso a paso?
• ¿En cuánto tiempo se entregan resultados?

El término “rayos x” lo utilizó por primera vez el científico alemán W. Röntgen, quien en 1895 describió este tipo de radiación. Posteriormente, Röntgen recibió el primer Premio Nobel de física en la historia. Por otra parte, la palabra “radiografía” significa “grabado” o “dibujo” por “radiación” o “rayos de luz”. De esta forma, una radiografía es una imagen obtenida por la utilización de rayos x.

¿Cómo funciona una radiografía?

Al igual que las ondas de radio, los rayos x son ondas electromagnéticas imperceptibles para el ser humano. Para obtener una radiografía, se utiliza un dispositivo que emite un haz de rayos X hacia una placa que transmite datos a una computadora. Al colocar una parte del cuerpo entre el dispositivo y la placa, se proyecta una sombra a partir de la cual se obtiene una imagen.

Al igual que sucede con la luz visible, los rayos x pasan a través estructuras con diferentes intensidades. De esta manera, la radiación atraviesa con facilidad un tejido blando, mientras que un hueso impide el paso de los rayos x. Gracias a este fenómeno, es posible ver las estructuras en el interior de un organismo vivo.

¿Dónde se realizan radiografías y cuánto cuesta?

Hoy en día, la radiografía es una de las pruebas más realizadas; por ello, muchas instalaciones médicas y centros de diagnóstico cuentan con esa tecnología. Puedes encontrar una lista de ellos en tu ciudad aquí: Rayos x. El precio depende de dónde se realice y de cuántas proyecciones se requieran (imágenes desde distintos ángulos). En este sitio web también es posible agendar una cita sin necesidad de llamar por teléfono.

¿Son seguros los rayos X?

Los rayos X son radiaciones ionizantes que tras mucha exposición pueden dañar el ADN de las células. Esto puede provocar:

• Envejecimiento prematuro
• Esterilidad
• Anemia
• Trastornos del sistema inmunitario
• Cáncer
• Mutaciones genéticas

El riesgo aumenta de acuerdo a la dosis acumulada, es decir, la exposición a la radiación durante toda la vida. No sólo estamos expuestos a rayos x con pruebas de radiología, sino que también por otros dispositivos. Un ejemplo de ello son los escáner de seguridad en los aeropuertos.

La radiación es peligrosa para el desarrollo del feto y puede causar malformaciones. Por ello, el embarazo es una contraindicación para las radiografías, especialmente durante el primer trimestre. En ocasiones, una mujer embarazada puede someterse a rayos x en casos muy necesarios. Sin embargo, se suelen utilizar precauciones adicionales para proteger al feto.

Debido a los riesgos a largo plazo, lo mejor es no someterse a una radiografía a menos que el médico así lo solicite. Por otra parte, la dosis de rayos x utilizados en un solo estudio es muy baja y los problemas de salud sólo se presentan tras una exposición muy grande y constante.

Ver también: Remisión para tomografía, resonancia magnética, rayos X o ultrasonido

¿Cuándo se realiza una radiografía?

Generalmente, se realiza diagnosticar correctamente una enfermedad. Otra aplicación es evaluar los efectos de un tratamiento y monitorear los pulmones en fumadores debido al alto riesgo de neumoconiosis. En estos casos, se de realizar una radiografía de tórax al menos una vez al año.

Debido a que este método permite ver los huesos con facilidad, se utiliza para visualizar lesiones y enfermedades del sistema musculoesquelético. Algunos ejemplos son: esguinces, grietas, fracturas, defectos posturales, osteoporosis, inflamación y dolores reumáticos. Sin radiografías, sería difícil practicar la ortodoncia o la odontología (generalmente se usan: radiografía panorámica y radiografía lateral de cráneo).

Los rayos x también ayudan a detectar cáncer y cambios degenerativos en órganos internos. Es útil en el diagnóstico de tuberculosis, neumotórax, neumonía y problemas sinusales. Además, se realiza cuando hay sospecha de perforación u obstrucción gastrointestinal, tumores y úlceras gástricas y problemas renales.

¿Cómo prepararse para una radiografía?

Aparte del embarazo, prácticamente no existen más contraindicaciones. Generalmente, no se requiere de una preparación previa; los medicamentos se pueden tomar de forma regular. Las excepciones son las radiografías de la cavidad abdominal, pelvis, columna inferior, y rayos x contrastados. Estos últimos son estudios que requieren de una sustancia especial para mejorar la visiblidad de ciertas estructuras. Algunas preparaciones son: evitar lácteos, refrescos y productos lácteos el día anterior, ayuno de 6 horas, tomar un laxante y un medicamento para la inflamación gastrointestinal. Todo ello tiene la finalidad de eliminar los gases en el tracto digestivo que podrían distorsionar la imágenes a obtener.

Rayos X con contraste

Antes de administrar un medio de contraste, se requiere que los riñones funcionen adecuadamente. Para ello, es necesario medir el nivel de creatinina en la sangre con anticipación.

Este tipo de estudios requieren de una orden médica. Un ejemplo de radiografía contrastada es la urografía tradicional. Es decir, una radiografía que evalúa los riñones y el tracto urinario.

Ver también: Pruebas de laboratorio antes de contrastar

Documentos necesarios

El paciente debe llevar:

• Identificación oficial
• Orden médica
• Menores de edad: deben llevar su carnet e ir acompañados de algún padre o tutor legal

Cuando el estudio lleva contraste, se debe traer:

• Resultado de pruebas el médico haya indicado previamente (por ejemplo, análisis de creatinina en sangre)
• Resultados de pruebas anteriores relevantes, alta del hospital, etc.

La documentación médica adicional facilitará la interpretación de resultados. Por otra parte, se pide firmar un consentimiento informado y un formulario sobre el estado de salud del paciente.

Procedimiento de una radiografía

Una vez que todo está listo, el paciente entrará a la sala de radiología. Allí, deberá retirar la ropa y accesorios del área a examinar. En algunos lugares, se le pide al paciente un delantal fabricado con hule y plomo para proteger los órganos de la radiación. Se deben retirar objetos metálicos ya que pueden alterar las imágenes.

Las diversas posiciones que el paciente adopta según el área del estudio son: pie, sentado o acostado. Es posible que el paciente deba cambiar de posición a lo largo del estudio. El técnico radiólogo supervisará el procedimiento desde una habitación separada. Es posible que el paciente deba contener la respiración en algunos momentos para reducir el movimiento.

La prueba es indolora y dura sólo unos minutos. Una vez que el personal de radiología ha obtenido imágenes de buena calidad, el paciente puede vestirse y retirarse de la sala.

Procedimiento con contraste

Para una radiografía contrastada, lo primero es administrar el medio de contraste ya sea vía oral o intravenosa. Esto puede dar un sabor cálido y metálico en la boca. Una vez que esta sustancia está en el organismo, se pueden tomar las imágenes.

Nota: las reacciones alérgicas al medio de contraste pueden ser severas, pero son muy raras. Si sientes alguna molestia, debes informarlo de inmediato para que el personal de salud te pueda atender. Una vez finalizada la prueba, debes permanecer al menos media hora en el centro diagnóstico. Esto es para asegurarse de que no haya ningún efecto adverso.

Radiografía: después de la prueba

Los resultados de la radiografía se entregan como imágenes. Estas suelen imprimirse en una placa, pero también se pueden almacenar en un CD / memoria USB. Suelen estar disponibles entre 15 y 20 minutos después del estudio.

Si la radiografía no requirió contraste, entonces el paciente puede regresar a sus actividades diarias: comer normalmente, conducir un automóvil, etc.

Es importante observar el cuerpo varios días después de la prueba y consultar a un médico si presenta síntomas como debilidad, fatiga o somnolencia de causa desconocida. Estos pueden ser efectos muy raros de una radiación inadecuada, que debe informarse para que se puedan tomar las contramedidas adecuadas lo antes posible.