Prevención de cáncer de mama: ¿Qué pruebas realizar y cuándo?

La idea de prevención del cáncer de mama se refiere principalmente a la detección temprana y oportuna. En otras palabras, se puede hacer muy poco para evitarlo, pero el pronóstico es muy bueno si se detecta a tiempo con pruebas especializadas.

En México, más de un millón de mujeres escuchan el diagnóstico de “cáncer de mama” cada año. Hasta 458 mil de ellos sólo mueren porque el diagnóstico se hace demasiado tarde. Porque de hecho, en la gran mayoría de los casos, es una neoplasia curable, siempre que se detecte en una etapa lo suficientemente temprana, es decir, antes de que comience a mostrar síntomas claros. La prevención de cáncer de mama se refiere entonces a una detección a tiempo gracias a pruebas periódicas. Lea cuáles son estas pruebas y con qué frecuencia debe realizarlas.

Del siguiente texto aprenderás, entre otros:

• ¿Qué es la prevención primaria y secundaria del cáncer de mama?
• ¿Qué factores aumentan el riesgo de desarrollar cáncer de mama?
• ¿Cómo y cuándo realizar el autoexamen de mamas?
• ¿Qué síntomas podrían significar cáncer de mama?
• ¿Por qué y con qué frecuencia un médico debe examinar los senos?
• ¿Qué es una mastografía, cuánto cuesta y cuándo se hace? (y cuándo no tiene sentido)
• ¿Qué es una ecografía mamaria, cuánto cuesta y cuáles son las indicaciones para ello?
• ¿Qué es una biopsia de mama?
• ¿Cuándo vale la pena hacerse una resonancia magnética de la mama y cuánto tiene que pagar por ella?
• ¿Qué es la termografía, la elastografía y la mastografía, y qué otras pruebas para el cáncer de mama se pueden realizar?

Prevención de cáncer de mama

“Es mejor prevenir que lamentar”. Es difícil negar este conocido dicho. Desafortunadamente, en algunas situaciones solo se usa de manera muy limitada. Este es el caso, por ejemplo, del cáncer de mama. ¿Por qué? Basta con mirar los factores que aumentan el riesgo de esta enfermedad. Son:

• Edad y sexo: el cáncer afecta con mayor frecuencia a mujeres de 50 a 69 años
• Carga genética, es decir, la presencia de cáncer en la familia inmediata o mutaciones confirmadas en los genes BRCA1, BRCA2 o CHEK2 (ver más abajo)
• La primera menstruación antes de los 12 años o la menopausia tardía, después de los 55 años
• No tener hijos o tener el primer hijo después de los 35 años
• Niveles elevados de estrógenos, es decir, hormonas femeninas, se ven favorecidos por el exceso de grasa corporal, una dieta inadecuada, el consumo frecuente de alcohol y el uso prolongado de terapia de reemplazo hormonal o píldoras anticonceptivas
• Historia previa de enfermedad mamaria

Muchos de estos factores simplemente no se ven influenciados. La llamada profilaxis primaria, es decir, medidas que reducen el riesgo de cáncer de mama, principalmente manteniendo un peso saludable, sin consumir alcohol y considerando métodos alternativos para prevenir embarazos no deseados. Posiblemente el nacimiento temprano de un niño, y preferiblemente la lactancia materna a largo plazo más tarde, también es una solución, pero no siempre es una opción. Además, el cáncer también puede atacar a mujeres bastante jóvenes, a las que los puntos mencionados anteriormente no se aplican en absoluto, e incluso a los hombres, aunque no es un fenómeno común.

Nota: probablemente la única acción que excluye completamente la posibilidad de cáncer en el futuro es la mastectomía preventiva, es decir, la extirpación quirúrgica de ambos senos. Los tratamientos se realizan principalmente en pacientes de grupos de alto riesgo. Este método está ganando cada vez más adeptos, pero todavía suscita bastante controversia en la comunidad médica.

Si bien, como ves, es difícil prevenir la aparición de la enfermedad, afortunadamente se puede tratar con éxito. Solo hay una condición: debe detectarse lo suficientemente temprano, es decir, en la etapa en la que el tumor tiene menos de 2 cm de diámetro y aún no ha hecho metástasis a los ganglios linfáticos u otros órganos. En esta etapa, desafortunadamente, el cáncer de mama no es muy notorio. Por lo tanto, es necesario someterse a exámenes regulares, que describimos a continuación, y esto es lo que se denomina prevención secundaria de esta enfermedad.

Importante: el cáncer de mama en etapas avanzadas de desarrollo también se trata, sin embargo, este tratamiento es más complicado, costoso y molesto, requiere mastectomía con mayor frecuencia y el pronóstico es significativamente peor.

Autoexamen de mama

La base absoluta, que, lamentablemente, demasiadas mujeres mexicanas subestiman, es el autoexamen. Deben realizarse a partir de los 20 años, todos los meses ya que es un elemento importante en la prevención de cáncer de mama… El mejor momento es unos días después del final de la menstruación, cuando los senos ya no están tan hinchados y sensibles. También vale la pena revisarse siempre en la misma fase del ciclo, porque la estructura de las mamas cambia ligeramente en las siguientes fases. Las mujeres que ya no menstrúan, pueden establecer un día específico cada mes para el autoexamen (por ejemplo, su comienzo).

Nota: las mujeres que se someten a pruebas raras o irregulares tienen muchas más probabilidades de perder pequeños nódulos que las mujeres que se realizan un autoexamen mensual.

El autoexamen de mama realizado correctamente consta de dos partes. El primero es un examen visual cuidadoso del busto en un espejo, con los brazos levantados por encima de la cabeza y las palmas de las manos apoyadas en las caderas. El segundo es la llamada Palpación, o en otras palabras: examen táctil, que se realiza mejor tanto de pie en la ducha, cuando el cuerpo está enjabonado, como acostado boca arriba. En ambas variantes, coloque la mano izquierda detrás de la cabeza para examinar el seno izquierdo con los tres dedos medios de la mano derecha (¡pero no con la punta!) Y luego cambie de lado. Los dedos deben moverse, con una ligera presión y en pequeños círculos, de la parte superior a la inferior del pecho y de regreso nuevamente, y también desde el exterior hacia el pezón y viceversa. Por último, también es una buena idea comprobar que los ganglios linfáticos de las axilas y las clavículas no hayan aumentado de tamaño.

¿Qué puede ser evidencia de cáncer de mama?

Recuerde que solo cada décimo tumor detectado o endurecimiento en la mama o la ingle indica cáncer. Cada cambio de este tipo debe ser informado al médico familiar, ginecólogo u oncólogo. También existen otras irregularidades que requieren consulta, a saber:

• Asimetría o cambio de forma o tamaño de los senos (o axilas) desde el examen anterior
• Los pezones cambian de forma o tamaño, enrojecimiento, descamación, ulceración o arrugas debido a un examen anterior
• Enrojecimiento, decoloración, tensión o la característica arruga de la piel de los senos con forma de piel de naranja desde el examen anterior
• Apariencia muy prominente de los vasos sanguíneos debajo de la piel de la mama
• Sangrado o secreción del pezón ligeramente apretado, a menos que la mujer esté embarazada o amamantando
• Hinchazón en el brazo

Examen medico

Incluso si no notas síntomas similares, consulta a un especialista (oncólogo o ginecólogo) para un control al menos una vez al año. Su examen es muy similar al autoexamen. Sin embargo, debido al hecho de que los realiza un especialista experimentado, es posible que descubra un tumor que haya pasado por alto o, por el contrario, resulta que el cambio aparentemente perturbador no es motivo de preocupación.

El médico probablemente también ordenará más pruebas diagnósticas, incluso si, en teoría, todo está bien. Las pruebas de imagen que se describen a continuación permiten la observación de nódulos difíciles o incluso imposibles de detectar a la palpación, es decir, de menos de 1 cm de diámetro, además de localizados a mayor profundidad, cerca de la pared torácica o escondidos en tejido glandular denso.

Nota: cuando el médico no encuentra ninguna anomalía después del examen, vale la pena para la comparación realizar un autoexamen incluso el mismo día, gracias al cual es más fácil notar cualquier cambio en los meses siguientes.

Mastografía de rayos X

Una de las dos pruebas básicas de imágenes para la prevención de cáncer de mama es la mastografía. Este procedimiento utiliza rayos X, pero su dosis es pequeña, comparable a la que se toma durante una radiografía dental. Para reducirlo al mínimo y obtener los resultados más precisos, se presiona el busto durante unos segundos con una placa de plástico contra la base del aparato de exploración durante el examen. Esto puede causar algunas molestias, pero no debería ser doloroso y no dañará sus senos bajo ninguna circunstancia.

La primera mastografía debe realizarse alrededor de los 40 años. Hasta los 50 años, se repiten cada 2 años y luego cada año. Las mujeres mexicanas de 50 a 69 años pueden someterse a ella de forma gratuita y sin derivación en el marco de detección y tratamiento oportuno del Cáncer de Mama del gobierno, siempre que estén aseguradas.

El costo de la mastografía puede variar dependiendo de la instalación. Puede comparar precios en Doctoralia, Mastografía

La mastografía puede detectar hasta un 90-95% de las lesiones neoplásicas, incluidas las que tienen solo 2-3 mm de diámetro. Sin embargo, este porcentaje es significativamente menor en mujeres menores de 40 años, debido a que sus senos tienen una estructura más densa y el tejido glandular prevalece sobre el tejido adiposo. Lo mismo ocurre con los pacientes sometidos a terapia hormonal sustitutiva, las madres lactantes y las embarazadas (que, además, no deben exponerse a la radiación), en su caso, un examen de ultrasonido será una mejor opción.

Ultrasonido de mama

Este procedimiento a veces también se llama sonomamografía. Utiliza ondas de ultrasonido que son neutrales para la salud, por lo que es completamente seguro y, a diferencia de rayos X mastografía, puede repetirse con frecuencia, lo que es particularmente importante en el seguimiento del tratamiento de cambios neoplásicos. La ecografía o ultrasonido mamario profiláctico debe realizarse entre los 20 y los 30 años, básicamente cada 2 años, y después de los 30, todos los años. Al igual que con el autoexamen, el mejor momento para hacerlo es inmediatamente después de que se haya detenido el sangrado.

El ultrasonido se recomienda no solo en los contextos antes mencionados, sino también para mujeres con senos pequeños y aquellas con implantes de silicona, ya que ambos factores dificultan un diagnóstico correcto durante la mastografía. Además, el ultrasonido mamario es a veces un complemento de la misma, permitiendo distinguir entre quística y los llamados sólidos (es decir, benignos de malignos), evalúe su gravedad o observe los cambios en los ganglios linfáticos, así como las metástasis a distancia.

El examen dura aproximadamente un cuarto de hora y es indoloro, y consiste en aplicar un gel especial en las mamas y mover el cabezal de ultrasonido sobre ellas. Al igual que la mastografía, no requiere ninguna preparación especial. Solo vale la pena vestirse de tal manera que sea fácil revelar el busto, renunciar al uso de desodorante o loción corporal y traer los resultados de las pruebas de imagen anteriores para comparar. Puede buscar un centro diagnóstico y comparar precios en Ultrasonido Doppler Mama.

Biopsia de mama

También se realiza una biopsia de mama guiada por ultrasonido, es decir, una inserción precisa de una lesión previamente detectada para succionar un trozo de tejido en la jeringa y luego analizarlo bajo un microscopio. De esta forma se puede estar seguro del carácter benigno o maligno de la lesión, si la mastografía o el ultrasonido no permiten un diagnóstico claro. El examen microscópico realizado en el caso de la biopsia con aguja fina, cuando solo se recolectan células individuales, se denomina citológico, en el caso de la biopsia, el aguja central, es un examen histopatológico.

Imágenes por resonancia magnética de la mama

Si la biopsia tampoco puede responder la pregunta sobre la naturaleza de las anomalías encontradas, y tampoco se puede realizar por alguna razón, todavía hay una resonancia magnética de mama. Actualmente es el examen de mama más completo disponible en medicina, pero desafortunadamente el más caro. Los precios puede compararlos en Resonancia de mama.

La resonancia mamaria dura aproximadamente media hora y es indolora: la paciente simplemente se acuesta en una mesa especial, que se desliza automáticamente dentro de la máquina, que es grande y circular. El procedimiento también es completamente seguro, porque en lugar de radiación o ultrasonido, utiliza un campo magnético y ondas de radio que son neutrales para la salud. Sin embargo, requiere cierta preparación, especialmente si se va a llevar a cabo con la especificación del llamado contraste, es decir, una sustancia que mejora adicionalmente la visibilidad de las estructuras fotografiadas.

El examen permite detectar cambios tan sutiles que son imperceptibles en la mastografía o ultrasonido clásicos. Entonces, si sus resultados no son concluyentes, especialmente cuando la paciente ya ha sido tratada por cáncer de mama, se recomienda realizar una resonancia magnética. Otras indicaciones incluyen:

• El deseo de localizar el foco primario de las lesiones cancerosas, si no se ha detectado hasta ahora, pero ya se han encontrado metástasis a los ganglios linfáticos
• Control del estado de las mamas de pacientes previamente tratadas con radioterapia (irradiación) dentro del tórax
• Exámenes preventivos después de una cirugía de senos, incluido el aumento de senos
• Seguimiento de la posible recurrencia del tumor en mujeres después de la reconstrucción mamaria
• Evaluar a mujeres con alto riesgo, especialmente a aquellas a las que se les ha diagnosticado mutaciones en genes asociados con el desarrollo del cáncer de mama.

Investigación genética y prevención de cáncer de mama

Son específicamente los genes denominados BRCA1 y BRCA2. En el caso de su mutación, la probabilidad de cáncer de mama es de hasta un 70% y un 56%, respectivamente (también son responsables del desarrollo del cáncer de ovario; aquí el riesgo es del 40% y el 27%). El gen CHEK2 también es de cierta importancia, ya que juega un papel importante en la prevención del desarrollo de varios tipos de cáncer. El riesgo de que los cambios dentro de él contribuyan al desarrollo de cáncer de mama se estima en un 30-40%.

Si la enfermedad se encontró en la familia cercana del paciente, especialmente en mujeres menores de 50 años, es muy probable que ella también sea portadora de genes defectuosos. Esto se puede verificar realizando un análisis de muestra de sangre o saliva en una clínica genética. También son un elemento importante en la prevención del cáncer de mama, porque la conciencia de este tipo de carga permite tomar las medidas preventivas adecuadas, como cambiar tu estilo de vida, la mastectomía antes mencionada o aumentar la frecuencia de otras pruebas.

Otras pruebas que ayudan en la prevención de cáncer de mama

Además de la mastografía, la ecografía, la biopsia y la resonancia mamaria, también se incluyen los siguientes procedimientos, que también vale la pena conocer.

Termografía de cristal líquido. Se basa en el uso de una cámara termográfica especial que permite la observación de las diferencias de temperatura entre las partes individuales de la mama y sobre esta base determinar la naturaleza de los cambios. Los quistes y las lesiones benignas son más fríos que los tejidos sanos, mientras que los tumores malignos, debido al aumento del flujo sanguíneo y el metabolismo, tienen una temperatura más alta. El examen termográfico es muy preciso, pero puede dar los llamados resultados falsos positivos, es decir, sugieren un cáncer que no existe en absoluto (a veces, los cambios hormonales o incluso la inflamación son responsables de los puntos calientes).

Elastografía: Es similar a un ultrasonido con el uso de un cabezal especial, que el médico presiona sobre el seno para evaluar la dureza del tejido. Los sanos son blandos y flexibles, mientras que los focos cancerosos son mucho más rígidos. Las primeras aparecen verdes en la imagen obtenida durante el examen (el llamado elastograma), las lesiones benignas tienen un color amarillo-rojo, y en las malignas aparecen elementos azules. La elastografía permite determinar no solo la naturaleza de las anomalías, sino también su extensión y, al mismo tiempo, indicar el lugar exacto de la inyección durante la biopsia.

Mamografía digital con tomosíntesis: también llamada a veces mamografía 3D. A diferencia de la mastografía clásica, que solo toma unas pocas radiografías, aquí escanea la mama milímetro a milímetro, tomando cientos de fotos desde diferentes ángulos. Luego, estas fotos se superponen entre sí para crear modelos tridimensionales de alta precisión, lo que hace que el examen sea muy similar a una tomografía computarizada. Actualmente es la técnica de imagenología mamaria más avanzada, pero debido a su alto costo, el acceso a ella es bastante limitado. La mamografía digital aumenta la detección de neoplasias en casi un 40% en comparación con los métodos tradicionales, le permite determinar con precisión la ubicación de los cambios (esto es especialmente importante para un cirujano oncólogo antes de la cirugía) y también reduce la cantidad de biopsias innecesarias.

Determinación de marcadores tumorales: No es una prueba de imagen, pero es difícil no mencionarlo en el contexto del cáncer de mama. En el proceso del cáncer, algunos tejidos comienzan a secretar mayores cantidades de ciertas sustancias, que pueden detectarse analizando la composición de una muestra de sangre. En el caso del cáncer de mama, esta sustancia se llama Marcador CA 15-3. La medición de su concentración permite el diagnóstico precoz de un cáncer en desarrollo, aunque también puede ser un cáncer de ovario, pulmón, hígado o páncreas, por lo que la determinación del marcador en sí no se puede realizar de forma aislada de otras pruebas presentadas en este artículo.