Equipo Doctoralia
La radiografía de rodilla es el estudio más común para esta región del cuerpo. Gracias a él, podemos ver las estructuras que componen esta articulación. Es barato, rápido, económico y ampliamente disponible, pero desafortunadamente también tiene algunas limitaciones.
Las articulaciones de la rodilla todos los días están expuestas sobrecarga, contusiones y lesiones. El riesgo no sólo se limita a atletas. Las personas con un estilo de vida sedentario también pueden padecer problemas en las rodillas. Además, el riesgo incrementa con el sobrepeso.
Los problemas en esta región conllevan dolor de rodilla, movilidad limitada o incluso incapacidad para caminar. Existen diversos tratamientos e intervenciones. Sin embargo, el primer paso siempre es un buen diagnóstico. Además, las rodillas tienen muchas partes, por lo que el médico debe saber exactamente dónde está el problema. Por ello, la radiografía (rx) de rodilla es una excelente herramienta de diagnóstico. A continuación hemos reunido la información más importante sobre este estudio.
En este artículo aprenderás:
La rodilla es una articulación, es decir, un punto móvil de unión entre dos huesos: el fémur y la tibia. Además, la rodilla se compone de un hueso (rótula) y de cartílagos. Estos últimos hacen posible el movimiento y al mismo tiempo proporcionan amortiguación. Además, hay ligamentos que soportan este sistema.
Se trata de una estructura muy compleja. Por ello, cualquiera de sus elementos puede “fallar” con facilidad. En una estructura tan complicada, es fácil que “falle” uno de los elementos. Además, cada componente tiene propiedades diferentes, por lo que no se pueden manipular de la misma forma. Lo más importante es saber exactamente dónde está la causa del problema.
En primer lugar, el médico tiene una entrevista con el paciente para conocer sus síntomas. Además, el ortopedista realiza un examen físico evaluando su movimiento, hinchazón, enrojecimiento, etc. Por sí mismo, este procedimiento no es suficiente para diagnosticar. Sin embargo, ayuda al especialista a decidir qué estudio solicitar.
Cuando hay sospecha de algún problema en tejidos blandos, entonces el médico pide un ultrasonido de rodilla. Si, en cambio, sospecha de problemas en los huesos, entonces refiere a una radiografía. Por otra parte, la resonancia magnética de rodilla permite ver tanto el tejido óseo como las partes blandas. Sin embargo, es un procedimiento costoso, más lento y se realiza en menos lugares. Por tanto, la resonancia sólo se recomiendan en situaciones especiales, como el embarazo, que es una contraindicación para los rayos x.
Las radiografías se obtienen gracias a la acción de los rayos x. En dosis pequeñas no representa una amenaza a la salud. Sin embargo, los rayos x son radiación ionizante que, a la larga, puede alterar el ADN de las células.
Una sola radiografía de rodilla no representa una amenaza para la salud ya que utiliza muy poca radiación. Sin embargo, no debe realizarse con demasiada frecuencia ni en mujeres embarazadas.
Ver también: Remisión para tomografía, resonancia magnética, rayos X o ultrasonido
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Los precios de resonancia magnética y de tomografía computarizada son más altos que la radiografía. Sin embargo, estas pruebas son más precisas. De esta manera, el médico las solicita cuando los rayos x no dan resultados claros.
Este estudio suele ser suficiente para hacer un diagnóstico correcto. Se utiliza principalmente en las siguientes situaciones:
Si la radiografía de la articulación de la rodilla no necesita realizarse con urgencia (por ejemplo, en el departamento de emergencias de un hospital), vale la pena prepararse para ello. No se trata de preparaciones extraordinarias: es bueno ponerse pantalones cortos o sueltos, o una falda, para que sea fácil revelar las rodillas para el examen. De lo contrario, se le puede pedir al paciente que se quite los pantalones o mallas.
Recuerde traer su referencia y documento de identidad, y en el caso de menores, también el carnet de salud del niño. También es una buena idea llevar los registros médicos existentes para el área de la rodilla, en particular los resultados de estudios de imagen previos. Esto hará que sea más fácil obtener la radiografía correctamente e interpretarla más tarde.
La radiografía se puede realizar en distintas proyecciones. Dicho de otra forma, imágenes obtenidas desde diferentes ángulos y planos. Las más comunes son:
Para evaluar el estado de las rodillas, siempre se toman las proyecciones AP y lateral. Sin embargo, muchas veces se utilizan todas como un estándar.
Usualmente se toman radiografías de ambas rodillas. Ello permite al médico hacer una comparación. En ocasiones, se toman imágenes en una posición de estrés o “forzada”. Esto permite ver el comportamiento de la rodilla ante un esfuerzo mayor. La radiografía en posición de estrés es de gran utilidad para planificar la rehabilitación.
En el centro de diagnóstico te llevarán a la sala de rayos x. Allí, te indicarán qué posiciones deberás adoptar. Sin embargo, el médico radiólogo estará en una habitación separada. Esto le permite observar que las radiografías salgan bien, así como evitar la exposición innecesaria a los rayos x.
La toma de imágenes tarda unos pocos segundos. Sin embargo, el procedimiento durar entre 15 y 20 minutos aproximadamente. El procedimiento es completamente indoloro.
Al finalizar, podrás volver a tus actividades cotidianas. Los resultados generalmente se entregan en una placa. No obstante, también suelen enviarse por correo al médico tratante o almacenarse en un CD o memoria USB. Las radiografías están listas de inmediato, sin embargo, pueden la interpretación especializada puede tomar unos días más.
Para saber cómo se obtienen las imágenes de rayos X del interior del cuerpo, lee: " ¿Qué es y para qué sirve una radiografía?".
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