Hola, tengo 40 años, al tener sexo con mi pareja no me excito mucho, siento bajo mi libido, siento mi

Buenos días. Para descartar causas fisiológicas, es importante que acudas al urólogo y checar tus hábitos (si fumas, por ejemplo), peso, que no haya problemas cardiovasculares, etc. Sin embargo, es muy frecuente que las disfunciones sexuales tengan más bien causas psicológicas, entre las que pueden estar el estrés, conflictos no resueltos con tu pareja, problemas de autoestima, etc. Por ello es recomendable que acudas con un psicólogo que te ayude a revisar qué pasa y a resolverlo. Hay que ver si cuando te masturbas o tienes fantasías sexuales, tu erección se mantiene o no; si estás pasando por alguna crisis, etc. Acude con los especialistas que te hemos recomendado y podrás resolver tu problema. Saludos!

Te recomiendo terapia de pareja en donde se pueda hablar de tu problema. Sexual si es un asunto de la relaciòn. Ahí debe salir y tratarse si es un asunto de bajo deseo sexual te enseñaran a no condicionar tu vida sexual solo al concepto coital para que vallas construyendo energia sexual deseo y recuperes tu libido

Saludos.
Según su nivel de testosterona, este es normal. Cuando hay una disminución de la libido, la primera opción es hacer un estudio físico completo, esto con el urólogo. Si este no encuentra algún problema, la otra opción es que puede ser algo psicológico y allí si necesitaría ver a un especialista en salud mental como un sexólogo.

Buenas tardes, de acuerdo al nivel de testosterona, no es una causa física. Lo más recomendable sería acudir con un psicólogo para explorar las causas de todos estos síntomas y poderles dar una solución.
Saludos.

Hola, buen día.
Sería muy adecuado consultar a un urólogo primero para descartar alguna cuestión fisiológica, en dado caso de no ser un problema físico u hormonal, un psicólogo podría ayudar mucho con este problema.

Lo que usted plantea es algo más desde sus aspectos emocionales y de personalidad. Un tiempo de terapia psicológica le ayudara a manejar mejor el encuentro sexual. De pronto hay bloqueos sexuales los cuales es conveniente conocer para superarlos. No estará de más tener algunas sesiones de pareja para que su pareja también se sensibilice con su situación.

Hola, gracias por compartir esto con tanta honestidad. Lo que estás experimentando es más común de lo que parece, y es valioso que lo estés reconociendo con claridad. La disminución del deseo sexual, dificultad para mantener erecciones, cambios en la eyaculación y percepciones sobre el cuerpo pueden tener múltiples causas —físicas, hormonales, psicológicas y relacionales—, y todas merecen ser exploradas sin juicio.

Desde un enfoque psicoterapéutico, te puedo decir que la sexualidad no es un fenómeno puramente biológico, sino un sistema complejo que también involucra tus emociones, creencias, vínculos, historia de vida y autoestima. En muchos hombres, especialmente alrededor de los 40 años, comienzan a surgir cambios importantes en el cuerpo que pueden impactar la vida sexual, y no solo por la testosterona. Factores como el estrés, la ansiedad por el desempeño, la rutina en la relación de pareja, la autoimagen o incluso duelos emocionales no resueltos pueden influir profundamente en el deseo y la respuesta sexual.

Tu nivel de testosterona (330 ng/dL) se encuentra en un rango bajo-normal, y si bien eso puede contribuir a lo que sientes, no es la única explicación. Algunas personas tienen niveles similares y no presentan síntomas, mientras que otras sí. Aquí es donde una mirada integral —médica y emocional— es clave. Puede ser útil una evaluación médica más completa, pero también una exploración psicoterapéutica sobre tu relación contigo mismo, tu cuerpo, tu pareja y tus expectativas sexuales.

Además, cuando no logramos excitar o conectar con nuestra sexualidad como antes, muchas veces la reacción es la autocrítica, la frustración o el silencio. Esto puede generar un círculo negativo que solo empeora el malestar. Por eso, trabajar estos temas en un espacio terapéutico seguro no solo puede ayudarte a recuperar el placer y la confianza, sino también a resignificar tu sexualidad desde un lugar más auténtico y compasivo.

Mi recomendación es que combines el seguimiento médico con un proceso terapéutico individual (o de pareja, si es posible). La sexualidad puede cambiar, pero también puede renovarse, siempre que nos demos el permiso de escuchar lo que el cuerpo y las emociones están intentando decirnos.