El Test de Bender analiza la coordinación viso-motriz, dentro de una evaluación psicológica cognitiva, para comprobar el desarrollo de la inteligencia en pacientes infantiles. La prueba consiste en que el sujeto copie unas figuras en papel para su posterior análisis. El hecho de que unas lineas se alejen del dibujo original puede ser interpretado como una sospecha de trastorno (discapacidad mental, afasia, desórdenes cerebrales orgánicos, psicosis, etc.) porque el patrón indica que los niños de unos 10 años ya son capaces de copiar un dibujo de unas figuras simples sin errores.