La prueba de embarazo trata de un examen bioquímico mediante la orina o la sangre. Se analiza la presencia y la cantidad de la hormona gonadotropina coriónica humana (GCH). El método más utilizado es el de la orina ya que la prueba se puede adquirir en farmacias y realizar desde casa. El test de embarazo se compone de un aplicador con una tira que lleva un compuesto químico para mezclar con orina y, de este modo, producir una reacción (suele emerger un color o una marca como resultado negativo o positivo). Este test rápido y sencillo se puede realizar a partir de la primera semana después de la fecundación aunque se recomienda esperar a que exista un retraso del ciclo menstrual de más de dos días (si se es regular). Si lo prefiere, pida cita al centro de Medicina General o Medicina Familiar más cercano para solicitar un análisis de sangre o a su ginecólogo para que realice una ecografía (semana 6 aprox.). Otros cambios biológicos que puede experimentar son tensión mamaria, aumento de temperatura, mareos, náuseas, somnolencia o alteraciones del humor.