La polisomnografía es un tipo de estudio del sueño que monitorea las etapas y ciclos del sueño para identificar si o cuándo tus patrones de sueño se ven interrumpidos y por qué. Esta prueba integral es el estándar de oro en diagnósticos del sueño, a menudo utilizada para diagnosticar o descartar muchos tipos de trastornos del sueño, incluyendo la apnea del sueño, el trastorno periódico de los movimientos de las extremidades, la narcolepsia, el síndrome de piernas inquietas, el insomnio y comportamientos nocturnos como el sonambulismo y el trastorno del comportamiento del sueño REM.

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Para qué sirve la polisomnografía

La polisomnografía se utiliza principalmente para ayudar a diagnosticar trastornos del sueño. Los problemas de sueño pueden ser causados por diversos factores físicos y psicológicos, y la polisomnografía ayuda a identificar las causas exactas. En esencia, es una herramienta para entender por qué alguien podría tener problemas para dormir, permanecer despierto o comportarse de manera inusual durante el sueño.

Por ejemplo, a alguien se le puede derivar a una polisomnografía si ronca fuertemente, tiene somnolencia excesiva durante el día o experimenta episodios de detención de la respiración durante el sueño, todos signos de apnea del sueño. O puede ser utilizada para alguien con un presunto trastorno del movimiento como el síndrome de piernas inquietas, que puede causar despertares repetidos durante la noche. También se utiliza para diagnosticar trastornos asociados al sueño REM, donde ocurre el sueño con sueños.

Además, la polisomnografía se utiliza a menudo antes de iniciar el tratamiento para ciertos trastornos del sueño. Ayuda a evaluar la respuesta a los tratamientos y puede guiar los ajustes a la terapia. También puede utilizarse en la evaluación de pacientes para el trabajo nocturno, pilotos y otros profesionales que necesitan mantener un alto nivel de alerta.

Cómo funciona la polisomnografía

La polisomnografía es una prueba no invasiva e indolora que generalmente implica pasar una noche en un laboratorio del sueño. Un técnico capacitado coloca sensores (también conocidos como electrodos) en tu cuero cabelludo, sienes, pecho y piernas utilizando un adhesivo suave, como pasta o gel. Estos sensores están conectados por cables a una computadora y registran las ondas cerebrales, el ritmo y la frecuencia cardíaca, los movimientos oculares y los movimientos corporales.

Además de estos sensores, se coloca un pequeño clip en tu dedo o oreja para monitorear el nivel de oxígeno en tu sangre. Cinturones alrededor de tu pecho y estómago miden tu respiración. Un pequeño micrófono graba tu ronquido y cualquier otro ruido que puedas hacer durante el sueño. Una cámara graba tus movimientos durante la noche.

A lo largo de la noche, el técnico monitorea tu sueño desde una habitación separada. El objetivo es registrar un ciclo completo de sueño nocturno, incluidas todas las etapas desde el sueño ligero hasta el sueño profundo y el sueño REM. Los datos recopilados son luego analizados por un especialista en sueño para identificar cualquier anomalía o interrupción en tu ciclo de sueño.

Duración de una polisomnografía

Una polisomnografía suele durar toda la noche, aproximadamente de 7 a 9 horas. Es esencial capturar todas las etapas del sueño, incluido el sueño de movimientos oculares rápidos (REM), que generalmente ocurre a intervalos durante la noche y es el período en el que ocurre la mayoría de los sueños.

La prueba generalmente comienza por la tarde, cerca de tu hora de acostarte habitual. Esto es para asegurarse de que la prueba no interfiera demasiado con tu horario de sueño regular. Se te pedirá que llegues al centro de sueño unas horas antes de tu hora de acostarte habitual para permitir suficiente tiempo para la configuración del equipo.

Cabe destacar que si te sometes a una polisomnografía para diagnosticar la narcolepsia, es posible que se te pida que te quedes para una Prueba de Latencia Múltiple del Sueño (MLST) al día siguiente. Esto implica tomar siestas cortas y programadas para medir qué tan rápido te quedas dormido.

Polisomnografía: precio medio en México

El costo de una polisomnografía puede variar significativamente según dónde te realices la prueba y si está cubierta o no por tu seguro. En promedio, el costo de una prueba de polisomnografía en laboratorio puede oscilar entre $3,600 y $5,000. Es importante tener en cuenta que este es el costo de la prueba en sí y puede no incluir costos asociados como la tarifa de consulta del médico o el costo de los tratamientos posteriores.

Algunas compañías de seguros cubrirán el costo de una polisomnografía si se considera médicamente necesaria, así que vale la pena verificar con tu proveedor. En algunos casos, tu médico puede recomendar una prueba de sueño en el hogar, que puede ser una alternativa más económica, aunque no tan completa como la prueba en el laboratorio.

Polisomnografía: especialistas y clínicas recomendadas

Ciudad de México

Dr. Iván Dionicio Torres López

Neumólogo

(Circulación pulmonar) Ver más
Avenida Ricarte 192, Gustavo A Madero
114 opiniones
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Dr. Miguel Ángel Muñoz Alquicira

Neumólogo

(Asma, Epoc, Tabaquismo, Terapia respiratoria) Ver más
Anillo Perif. 3580, consultorio 80-A. San Jerónimo Aculco, Álvaro Obregón, 01900 Ciudad de México, CDMX, Álvaro Obregón
2 opiniones
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Guadalajara

Dr. Luis R. Partida Medina

Neurólogo

(Cefaleas, Neurología clínica, Epilepsia clínica) Ver más
AURELIO L. GALLARDO 114, Guadalajara
81 opiniones
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Ilse Michelle Mora Rodriguez

Neurólogo, Neurofisiólogo

(Neurología clínica, Neurofisiología clínica) Ver más
Calle Jesús García 3084 (int 7), Guadalajara
246 opiniones
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Puebla

Dr. Héctor Peña Carrillo

Especialista en medicina crítica y terapia intensiva, Anestesiólogo

(Cardioneumología, Cuidados críticos, Asistencia extrahospitalaria, Terapia intensiva neurológica, Anestesia cirugía tórax y cardiovascular, Cuidados críticos, Tratamiento del dolor, Anestesia general) Ver más
Tehuacan
18 opiniones
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Dr. Dante Oropeza Canto

Neurofisiólogo, Neurólogo

(Neurofisiología clínica, Enfermedades degenerativas y demencias, Enfermedades cerebrovasculares, Trastornos del sueño, Electroencefalografía, Epilepsia clínica) Ver más
Av. Kepler 2143, Puebla
5 opiniones
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Juarez

Dr. Jose Luis Alva y Perez

Neumólogo

(Asma, Trastornos del sueño, Medicina del sueño, Tuberculosis e infecciones respiratorias) Ver más
Calle Paseo Triunfo De La Republica 4051 -7 Plaza Triunfo, Ciudad Juarez
365 opiniones
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Dr. Jesús Roberto Alanís Rodríguez

Neumólogo

(Asma, Epoc, Broncoscopia, Rehabilitación pulmonar) Ver más
Calle Paseo Triunfo De La Republica 4051 -7 Plaza Triunfo, Ciudad Juarez
72 opiniones
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Preguntas frecuentes

¿Cómo interpretar los resultados de una polisomnografía?

La interpretación de los resultados de una polisomnografía requiere conocimientos especializados y generalmente la realiza un especialista en sueño. El estudio registra varias funciones corporales durante el sueño, como ondas cerebrales, movimientos oculares, ritmo cardíaco, patrones de respiración y niveles de oxígeno en la sangre. Estos datos se analizan para determinar la calidad del sueño e identificar posibles interrupciones.

El especialista en sueño examinará los datos para ver qué tan rápido te duermes, con qué frecuencia te despiertas durante la noche y cuánto duran estos despertares. También buscará patrones inusuales en las ondas cerebrales o la respiración, signos de trastornos del sueño como la apnea del sueño o el síndrome de piernas inquietas.

Además de identificar trastornos específicos del sueño, los resultados de una polisomnografía también pueden proporcionar información valiosa sobre tus hábitos y patrones de sueño, lo que puede ayudarte a realizar cambios para mejorar la calidad del sueño.


Actigrafía vs. Polisomnografía: ¿Cuál es la diferencia?

La actigrafía y la polisomnografía son dos métodos diferentes utilizados para estudiar el sueño, pero ofrecen niveles diferentes de información. La actigrafía implica el uso de un dispositivo, similar a un reloj, que mide el movimiento y la exposición a la luz. Puede proporcionar información sobre patrones de sueño durante períodos más largos y es especialmente útil para diagnosticar trastornos del ritmo circadiano.

La polisomnografía, por otro lado, es un estudio más detallado del sueño. Mide no solo los patrones de sueño y vigilia, sino también diversas funciones fisiológicas durante el sueño, incluidas las ondas cerebrales, movimientos oculares, ritmo cardíaco y respiración. Puede identificar etapas específicas del sueño y diagnosticar una amplia gama de trastornos del sueño.

En esencia, mientras que la actigrafía proporciona una imagen más amplia y general de los patrones de sueño, la polisomnografía ofrece una visión más detallada y profunda del sueño. La elección entre ambas a menudo depende de los problemas específicos del sueño que se estén investigando.


¿Se puede realizar la polisomnografía en casa?

Sí, la polisomnografía se puede realizar en casa. La prueba de apnea del sueño en el hogar (HSAT) es una versión simplificada de la polisomnografía que se puede hacer en tu propia cama. Esta prueba generalmente mide la respiración, la frecuencia cardíaca y los niveles de oxígeno y se utiliza cuando se sospecha apnea obstructiva del sueño.

Aunque la HSAT es más conveniente y menos costosa que un estudio del sueño en un laboratorio, no proporciona tanta información. Es importante tener en cuenta que no todos los trastornos del sueño se pueden detectar con una prueba de sueño en el hogar. Si tu especialista sospecha un trastorno complejo del sueño, puede recomendar una polisomnografía en el laboratorio.


¿Qué enfermedades detecta la polisomnografía?

La polisomnografía puede detectar una amplia gama de trastornos del sueño. Estos incluyen:

  • Apnea del sueño: un trastorno potencialmente grave en el que la respiración se detiene y reanuda repetidamente.
  • Trastorno del movimiento periódico de las extremidades: una condición caracterizada por movimientos repetitivos de las extremidades durante el sueño.
  • Narcolepsia: un trastorno crónico del sueño que causa somnolencia diurna abrumadora y ataques repentinos de sueño.
  • Trastorno del comportamiento del sueño REM: un trastorno del sueño en el que se actúa físicamente durante sueños vívidos, a menudo desagradables, con sonidos vocales y movimientos bruscos, durante el sueño REM.
  • Insomnio: un trastorno del sueño caracterizado por dificultad para conciliar el sueño y/o permanecer dormido.

Al monitorear tu sueño, la polisomnografía puede proporcionar información valiosa para ayudar a tu médico a diagnosticar estos y otros trastornos del sueño y planificar tu tratamiento.


¿Hay algún riesgo involucrado en la polisomnografía?

La polisomnografía es un procedimiento no invasivo, indoloro y generalmente muy seguro. No hay riesgos conocidos asociados con la prueba en sí. Sin embargo, algunas personas pueden experimentar molestias leves o irritación en la piel debido a los sensores o pueden encontrar difícil dormir en un entorno diferente.

El mayor riesgo asociado con la polisomnografía es la posibilidad de que un trastorno del sueño pase desapercibido si la prueba no se realiza correctamente o los resultados no se interpretan con precisión. Por eso, es esencial realizar la prueba con profesionales capacitados y que sea interpretada por un especialista en medicina del sueño.


¿Cómo prepararse para una polisomnografía?

Prepararse para una polisomnografía es relativamente sencillo. Se te pedirá que sigas tu rutina habitual tanto como sea posible el día de la prueba. Esto incluye comer comidas normales y evitar las siestas. También se te podría pedir que evites cafeína y alcohol, ya que pueden afectar tu sueño.

Se recomienda llevar ropa de dormir cómoda y cualquier artículo que puedas necesitar para tu rutina habitual antes de dormir, como un libro o un cepillo de dientes. Si tienes una almohada preferida o necesitas un tipo especial de colchón por razones de salud, deberías discutirlo con el centro del sueño con antelación.