El electroencefalograma es un registro de la actividad de la corteza cerebral a través de los electrodos que se posicionan en el cuero cabelludo. El objetivo de esta prueba es denotar anomalías positivas o negativas en la activación cerebral. Hablamos de actividad positiva cuando nos referimos, por ejemplo, a las disritmias cerebrales y los focos epilépticos. En cambio, las negativas son aplanamientos en ciertas áreas por lesión cerebral o hipodesarrollo.