El parto mediante cesárea se realiza mediante una incisión quirúrgica en el abdomen (laparotomía) y en el útero de la madre para extraer uno o más fetos. Esta intervención suele practicarse cuando un parto vaginal podría conducir a complicaciones médicas. En la obstetricia actual es habitual hacer un corte transversal en el segmento inferior del abdomen, muy cerca de la vejiga, porque la pérdida de sangre es menor y la reparación más fácil.