Me da pena mostrar mís genitales, mi vagina, porque mis labios menores son grandes, pero no me dan n
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Me da pena mostrar mís genitales, mi vagina, porque mis labios menores son grandes, pero no me dan ningún problema funcional, sólo que me da vergüenza que me vea mi novio. ¿Debo hablar con él y explicarle mi temor? El es una persona madura, pero mi vergüenza es grande y aún no hemos consumado el acto sexual. ¿Que me recomienda?

Hola, espero mi respuesta te sea de utilidad. Si es una persona sensata y empática, creo es conveniente sea un tema que puedas hablar con él tu inseguridad, y también te puede ser de utilidad permitirte trabajar esas inseguridades para que no entorpezca tu vida sexual y la puedas vivir con plenitud!
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Hola, trabajar con esta inseguridad para que no intervenga en el momento de estar con tu pareja es lo mejor. A veces nuestras inseguridades se notan por lo que nosotros pensamos y no tanto por lo que el otro opine. Trabajar tu inseguridad es lo mejor. Espero esta respuesta te ayude.

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Lo que estás experimentando es una preocupación bastante común en muchas personas, especialmente cuando se trata de la imagen corporal y la vulnerabilidad en una relación íntima. La vergüenza sobre los genitales, en particular en lo que respecta a su apariencia, puede estar relacionada con las expectativas sociales y culturales que nos rodean, las cuales tienden a idealizar ciertos aspectos del cuerpo, sin dar espacio para la diversidad natural.
Lo primero que es importante reconocer es que los cuerpos son diversos y la apariencia de los genitales varía significativamente de una persona a otra. En cuanto a los labios menores, estos pueden ser más grandes, más pequeños, asimétricos o de cualquier otra forma, y eso es completamente normal. El hecho de que no te cause ningún problema funcional es una excelente señal de que todo está en orden desde un punto de vista físico.
En cuanto a la situación con tu novio, es totalmente válido sentir vergüenza al principio de una relación íntima, especialmente si aún no han consumado el acto sexual. La comunicación abierta y honesta en una relación, sobre todo en lo relacionado con los temores o inseguridades, puede fortalecer la conexión emocional y mejorar la experiencia sexual. Aquí te ofrezco algunos puntos a considerar:
Reconocer tu inseguridad: El primer paso es reconocer y validar tu sentimiento. Es completamente humano sentirse vulnerable al mostrar una parte tan íntima del cuerpo. Sin embargo, es importante recordar que tu cuerpo es tuyo, y tener la capacidad de decidir cuándo y cómo compartirlo es un acto de empoderamiento.
Hablar con tu novio: Como mencionas que tu novio es una persona madura, probablemente esté dispuesto a apoyarte y comprender tus temores. La vulnerabilidad puede ser difícil, pero en muchas ocasiones, compartir estas preocupaciones puede aliviar mucho el peso emocional. Puedes explicarle que tienes inseguridades sobre tu cuerpo, pero que no te causa dolor ni problemas físicos. Esto puede ayudar a crear un ambiente de confianza y comprensión mutua.
Fomentar la empatía: Si decides hablar con él, es importante hacerlo en un contexto tranquilo y sin presión. Explica que tu vergüenza no tiene que ver con él, sino con tu propia percepción y miedo al juicio. Muchas veces, cuando las parejas son sensibles a las inseguridades del otro, la intimidad puede volverse más abierta y relajada.
Aceptar tu cuerpo: Considera que cada cuerpo tiene su propia belleza, y lo que percibes como algo negativo, muchas veces no lo es para los demás. Trabajar en la aceptación de ti misma es fundamental para superar la vergüenza y disfrutar de una relación sexual más plena. La terapia de aceptación y compromiso (ACT) o la terapia cognitivo-conductual (TCC) podrían ser herramientas útiles si sientes que esta preocupación te afecta profundamente.
Ir a tu ritmo: La intimidad sexual es un proceso, y no tienes que apresurarte. Puedes esperar el momento adecuado en el que te sientas más cómoda y lista. Lo importante es que te sientas segura y respetada en el proceso.
Si decides hablar con tu novio, la clave está en la honestidad y en crear un espacio de confianza, sin presiones, para que ambos puedan avanzar en su relación de una manera más auténtica y conectada.
Lo primero que es importante reconocer es que los cuerpos son diversos y la apariencia de los genitales varía significativamente de una persona a otra. En cuanto a los labios menores, estos pueden ser más grandes, más pequeños, asimétricos o de cualquier otra forma, y eso es completamente normal. El hecho de que no te cause ningún problema funcional es una excelente señal de que todo está en orden desde un punto de vista físico.
En cuanto a la situación con tu novio, es totalmente válido sentir vergüenza al principio de una relación íntima, especialmente si aún no han consumado el acto sexual. La comunicación abierta y honesta en una relación, sobre todo en lo relacionado con los temores o inseguridades, puede fortalecer la conexión emocional y mejorar la experiencia sexual. Aquí te ofrezco algunos puntos a considerar:
Reconocer tu inseguridad: El primer paso es reconocer y validar tu sentimiento. Es completamente humano sentirse vulnerable al mostrar una parte tan íntima del cuerpo. Sin embargo, es importante recordar que tu cuerpo es tuyo, y tener la capacidad de decidir cuándo y cómo compartirlo es un acto de empoderamiento.
Hablar con tu novio: Como mencionas que tu novio es una persona madura, probablemente esté dispuesto a apoyarte y comprender tus temores. La vulnerabilidad puede ser difícil, pero en muchas ocasiones, compartir estas preocupaciones puede aliviar mucho el peso emocional. Puedes explicarle que tienes inseguridades sobre tu cuerpo, pero que no te causa dolor ni problemas físicos. Esto puede ayudar a crear un ambiente de confianza y comprensión mutua.
Fomentar la empatía: Si decides hablar con él, es importante hacerlo en un contexto tranquilo y sin presión. Explica que tu vergüenza no tiene que ver con él, sino con tu propia percepción y miedo al juicio. Muchas veces, cuando las parejas son sensibles a las inseguridades del otro, la intimidad puede volverse más abierta y relajada.
Aceptar tu cuerpo: Considera que cada cuerpo tiene su propia belleza, y lo que percibes como algo negativo, muchas veces no lo es para los demás. Trabajar en la aceptación de ti misma es fundamental para superar la vergüenza y disfrutar de una relación sexual más plena. La terapia de aceptación y compromiso (ACT) o la terapia cognitivo-conductual (TCC) podrían ser herramientas útiles si sientes que esta preocupación te afecta profundamente.
Ir a tu ritmo: La intimidad sexual es un proceso, y no tienes que apresurarte. Puedes esperar el momento adecuado en el que te sientas más cómoda y lista. Lo importante es que te sientas segura y respetada en el proceso.
Si decides hablar con tu novio, la clave está en la honestidad y en crear un espacio de confianza, sin presiones, para que ambos puedan avanzar en su relación de una manera más auténtica y conectada.

Reconoce tu historia personal con tu cuerpo: La vergüenza que sientes probablemente no surge de tu novio, sino de cómo has internalizado ciertos estándares sociales o culturales sobre el cuerpo. En la terapia de reencuentro, explorar cómo desarrollaste esta percepción sobre tus genitales puede ayudarte a liberar creencias que no te sirven.
La conexión emocional antes que la física: La intimidad sexual es una extensión de la conexión emocional. Antes de centrarte en el acto sexual, enfócate en fortalecer la confianza y la comunicación con tu novio. Esto te permitirá sentirte más segura para expresar tus temores y abrirte de manera auténtica.
Aceptar la vulnerabilidad como puente: Mostrarte vulnerable y hablar con él sobre tu inseguridad puede ser una experiencia profundamente liberadora. Si tu novio es una persona madura y amorosa, como mencionas, es probable que responda con comprensión y apoyo. La terapia de reencuentro valora la vulnerabilidad como una forma de profundizar la conexión en pareja.
La conexión emocional antes que la física: La intimidad sexual es una extensión de la conexión emocional. Antes de centrarte en el acto sexual, enfócate en fortalecer la confianza y la comunicación con tu novio. Esto te permitirá sentirte más segura para expresar tus temores y abrirte de manera auténtica.
Aceptar la vulnerabilidad como puente: Mostrarte vulnerable y hablar con él sobre tu inseguridad puede ser una experiencia profundamente liberadora. Si tu novio es una persona madura y amorosa, como mencionas, es probable que responda con comprensión y apoyo. La terapia de reencuentro valora la vulnerabilidad como una forma de profundizar la conexión en pareja.

Hola espero te encuentres bien; el tema es que primero debes aceptarte tu para que el otro te acepte; que te pasa que sean grandes o pequeños? y te apetece hablarlo con tu novio y ver que pasa? dices que no tienes problemas funcionales es decir, todo funciona bien, sólo es el tamaño, es como si los dedos de las manos o pies los tuviéramos más grandes o pequeños, son funcionales; pero si causa un problema para ti primero debes ver que te preocupa; si no puedes resolverlo sola puedes acudir con un especialista o un psicólogo y trabajar eso. Saludos

Hola! las diferencias de cada vulva o vagina son diferentes en cada mujer y hombres, esas diferencias no deberían generarte vergüenza, puesto que no hay una única forma de los labios menores o mayores, más bien habría que trabajar en terapia, por qué te dan vergüenza? . por otra parte, si como dices, tu novio es mayor, no tendría por qué criticar o juzgar sus labios menores

Claro, lo más importante es sentirse cómoda en la intimidad. Cada cuerpo es diverso.
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