He tenido un dolor leve detrás de la rodilla izquierda por más de un año. No sé que lo pueda estar c
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He tenido un dolor leve detrás de la rodilla izquierda por más de un año. No sé que lo pueda estar causando; tengo 19 años, soy mujer y he entrenado con pesas (en el gym, pues) desde los 16 y que yo sepa nunca me he lesionado. Al tacto puedo decir que no siento ninguna bolita. Este dolor solo se presenta si tengo mucho tiempo con la rodilla flexionada o estirada (y como dije, es leve, aunque molesto) y cabe aclarar que no sufro de ningún tipo de artritis que pueda estar ocasionando esto y que, entre más me muevo, menos me duele. Me da miedo que sea algo grave y tampoco sé con qué especialista ir o que estudios llevar en mi primera consulta.
Espero que alguien me pueda orientar. Gracias.
Espero que alguien me pueda orientar. Gracias.

Buen día, lamentablemente el gimnasio y cualquier deporte que requiere esfuerzos intensos o uso de aparatos puede conllevar al lesiones en la rodilla o cualquier articulación, si el dolor ha sido persistente desde hace tiempo la mejor opción es acudir a valoracion a consulta de ortopedia para valorar el caso e indicar el estudio de imagen que auxilie el diagnostico secundario a una adecuada exploracion clínica
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¡Buenos días! Gracias por compartir tu inquietud. Entiendo que el dolor persistente detrás de la rodilla pueda ser preocupante, pero afortunadamente, en alguien joven y activa como tú, suele estar relacionado con causas tratables. A continuación, te explico las posibles causas y los pasos a seguir:
1. Posibles causas del dolor
Dada tu historia de entrenamiento con pesas y la ausencia de lesiones previas, las causas más probables incluyen:
Sobrecarga muscular o tendinopatía: Los músculos isquiotibiales (parte posterior del muslo) o el tendón del poplíteo (pequeño músculo detrás de la rodilla) pueden inflamarse por movimientos repetitivos o posturas mantenidas (flexión/extensión prolongada).
Quiste de Baker: Un quiste lleno de líquido, aunque no siempre es palpable.
Irritación de estructuras articulares: Menisco, ligamentos o cartílago, incluso sin lesión traumática.
Desequilibrios biomecánicos: Mala alineación al entrenar, flexibilidad reducida o tensión muscular acumulada.
2. El especialista que debes consultar es un ortopedista, y los estudios iniciales recomendados son:
Radiografía AP y lateral de ambas rodillas (rayos X): Para descartar alteraciones óseas o calcificaciones.
Resonancia magnética simple de la rodilla que más te duele (MRI): Para visualizar tendones, quistes o meniscos.
3. Qué hacer ahora
Modifica temporalmente tu rutina: Evita ejercicios que exijan flexión/extensión prolongada de la rodilla (sentadillas profundas, peso muerto) hasta la evaluación.
Aplica hielo: 15 minutos tras el entrenamiento si hay molestias.
Estiramientos suaves: Enfócate en isquiotibiales, gemelos y cuádriceps para reducir tensión.
¡No dejes que el miedo te paralice! Tu proactividad es clave para solucionarlo pronto. Si necesitas ayuda agenda una cita.
1. Posibles causas del dolor
Dada tu historia de entrenamiento con pesas y la ausencia de lesiones previas, las causas más probables incluyen:
Sobrecarga muscular o tendinopatía: Los músculos isquiotibiales (parte posterior del muslo) o el tendón del poplíteo (pequeño músculo detrás de la rodilla) pueden inflamarse por movimientos repetitivos o posturas mantenidas (flexión/extensión prolongada).
Quiste de Baker: Un quiste lleno de líquido, aunque no siempre es palpable.
Irritación de estructuras articulares: Menisco, ligamentos o cartílago, incluso sin lesión traumática.
Desequilibrios biomecánicos: Mala alineación al entrenar, flexibilidad reducida o tensión muscular acumulada.
2. El especialista que debes consultar es un ortopedista, y los estudios iniciales recomendados son:
Radiografía AP y lateral de ambas rodillas (rayos X): Para descartar alteraciones óseas o calcificaciones.
Resonancia magnética simple de la rodilla que más te duele (MRI): Para visualizar tendones, quistes o meniscos.
3. Qué hacer ahora
Modifica temporalmente tu rutina: Evita ejercicios que exijan flexión/extensión prolongada de la rodilla (sentadillas profundas, peso muerto) hasta la evaluación.
Aplica hielo: 15 minutos tras el entrenamiento si hay molestias.
Estiramientos suaves: Enfócate en isquiotibiales, gemelos y cuádriceps para reducir tensión.
¡No dejes que el miedo te paralice! Tu proactividad es clave para solucionarlo pronto. Si necesitas ayuda agenda una cita.
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