
La salud gastrointestinal a menudo pasa a un segundo plano en nuestros planes generales de bienestar, eclipsada por problemas de salud más visibles o urgentes. Sin embargo, el sistema digestivo desempeña un papel central en el mantenimiento de la salud y el bienestar general. Es responsable no solo de procesar los alimentos que ingerimos, sino también de reforzar nuestro sistema inmunológico, regular las hormonas y afectar nuestra salud mental.
Cuidar la salud gastrointestinal es esencial para la longevidad, la vitalidad y la prevención de enfermedades.
Muchos adultos sufren problemas gastrointestinales, que van desde molestias leves hasta enfermedades crónicas. Algunas de las afecciones más comunes incluyen:
Reflujo ácido y ERGE: la acidez estomacal persistente y la regurgitación pueden dañar el esófago y aumentar el riesgo de esófago de Barrett o cáncer de esófago.
Estreñimiento: a menudo causado por malos hábitos alimenticios, deshidratación o un estilo de vida sedentario, el estreñimiento crónico puede provocar hemorroides y diverticulosis.
Enfermedad inflamatoria intestinal (EII): afecciones como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa implican una inflamación crónica del tracto gastrointestinal y requieren tratamiento médico.
Intolerancias alimentarias: las sensibilidades a la lactosa, el gluten u otros componentes de los alimentos pueden alterar la digestión normal y causar síntomas como hinchazón y diarrea.
Hígado graso y cirrosis: Los problemas del hígado pueden permanecer asintomáticos por mucho tiempo y presentarse con complicaciones como acumulación de liquido en el abdomen, encefalopatía o sangrado gastrointestinal.
Ignorar estos problemas puede provocar complicaciones, lo que subraya la importancia de la intervención temprana y la atención preventiva.
19/01/2025