Cáncer renal - Información, expertos y preguntas frecuentes
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Preguntas sobre Cáncer renal
Nuestros expertos han respondido 7 preguntas sobre Cáncer renal
Dr. César Felipe Ploneda Valencia
Cirujano general, Especialista en obesidad y delgadez, Médico general
Guadalajara
Los expertos hablan sobre Cáncer renal
El cáncer renal se presenta cuando las células que conforman al riñón crecen fuera de control, formando un tumor. El cáncer renal más común es el Carcinoma de Células Renales y proviene de la parte sólida del riñón. Los tumores del interior del riñón suelen ser Carcinoma Urotelial. La mayoría de los tumores sólidos de riñón son malignos (cáncer).
Algunos tumores renales no dan síntomas. Otros causan sangre en la orina, dolor lumbar o abdominal, pérdida de peso o falta de hambre.
El tratamiento principal es la cirugía: parcial, cuando el tumor es pequeño, o radical; ya sea abierta o laparoscópica (sin abrir). También se da radioterapia o inmunoterapia si hay metástasis.
El cáncer renal detectado a tiempo por lo general tiene grandes oportunidades de curación. La mayoría de las veces el tratamiento incluye la cirugía, la cual se puede realizar por el método convencional, es decir cirugía abierta, o bien por medio de cirugía laparoscópica, de corta estancia e invasión mínima, según sea su condición física general, y otras enfermedades que usted puede tener y que favorezcan algún método sobre otro.
Se trata de un tumor maligno frecuente en la urologia, de inicio gradual y silencioso por lo que lo hace una enfermedad peligrosa ya que no da sintomas hasta que se encuentra ya en estado avanzado, su diagnostico clasicamente se hace de forma incidental, esto es estudiando otra parte del abdomen aparece la imagen del tumor renal, su tratamiento basicamente es quirurgico, extirpando el tumor por completo, ya sea quitando solo la parte del riñon afectado (nefrectomia parcial) o retirar el riñon por completo cuando se trata de una enfermedad mas avanzada.
La nefrectomía radical laparoscópica es el tratamiento de referencia para tumores renales T2 (mayor de 7 cm) y masas renales más pequeñas que no pueden tratarse mediante nefrectomía parcial (tumorectomía renal). Es un procedimiento que presenta menor morbilidad (complicaciones) que la cirugía abierta; disminuyendo el dolor postoperatorio, menor sangrado, menor tiempo de recuperación y mejores resultados estéticos sin afectar los resultados oncológicos.
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El cáncer renal se refiere a un tumor maligno que se desarrolla en riñón, se diagnostica en personas añosas con antecedente de tabaquismo crónico activo, aunque también se puede presentar en pacientes jóvenes.
En las etapas iniciales es indolente y se diagnostica de manera un tanto "accidental" en estudios de imagen. En etapas más avanzadas hay sangre en la orina y/o se puede tocar a los costados del abdomen, entre otros síntomas.
El tratamiento de elección es quitar todo el riñón y en casos seleccionados solo se extirpa solo el tumor, siempre que sea posible se hace por laparoscopia, por las ventajas claras de la cirugía de mínima invasión.
El cáncer renal se encuentra de manera fortuita y cuando es localizado a riñón puede ser tratado con cirugía poco invasiva y cicatriz minima ya sea laparoscópica o robótica.
Se puede extraer solo el tumor y preservar el riñón. En tumores muy grandes y agresivos se requiere retirar el riñón completo y también puede hacerse con invasión minima y cámara con pequeñas cicatrices.
En casos de tumores extremos la cirugía abierta es una muy buena opción.
El cáncer renal afortunadamente es una entidad relativamente rara y que se presenta en pacientes de edad avanzada.
el riñón debido a su localización fuera de la cavidad peritoneal no suele causar síntomas incluso en presencia de tumores de gran tamaño y enfermedad avanzada.
Los síntomas son poco específicos como anemia, perdida de peso inexplicable, edema de extremidades, sangrado en orina intermitente. Dolor en el flanco.
Es por esto que suelen detectarse de forma incidental como parte de un estudio de imagen por otro motivo o bajo otra sospecha diagnostica, de ahí la importancia de acudir al especialista para realizar un correcto abordaje de los síntomas del tracto urinario.
Evaluación medica ante la sospecha de cáncer renal o de vías urinarias. Es importante sobre todo cuando se presenta sangrado en las vías urinarias. Se debe determinar si existe tumoración y en caso de estar presente dar tratamiento oportuno, en estos casos es esencial un tratamiento pronto.
Dentro del cáncer renal el tipo mas común es el carcinoma de células renales variedad de células claras. Diversos factores que pueden causar el cáncer renal son: tabaquismo, obesidad, hipertensión, riñón en herradura y ciertos factores genéticos.
Ocurre con mayor frecuencia en personas entre 60 y 70 años. Muchos de los casos el diagnóstico es por hallazgo en estudios como el ultrasonido renal (hasta el 50%), indicados como manera rutinaria.
La excisión quirúrgica es el único tratamiento que ha demostrado curar el cáncer renal. Las dos maneras principales de prevenir esta enfermedad son evitar la obesidad y tabaquismo.
En relación al cáncer lo mejor es la prevención, y una vez que se presente el caso el manejo es primordialmente quirúrgico. Ofreciendo manejos quirúrgicos novedosos de mínima invasión y además realizando cirugías preservadoras de riñón dependiendo del caso o cirugía de mínima invasión.
El cáncer renal es una de la enfermedades graves, puede afectar uno o ambos riñones, generalmente se debuta con sangre en la orina, dolor renal y tumoracion abdominal si el tumor es muy grande.
Por lo general se requiere de extirpación del tumor, la cual se realiza en la actualidad por medio de cirugía laparoscópica la cual consiste en realizar pequeñas incisiones abdominales y resección del tumor, pudiéndose realizar cirugía parcial, es decir solo quitar la parte del tumor que afecta el riñón.
La evolución postquirúrgica es muy rápida, el paciente puede darse de alta hospitalaria y recuperación pronta.
El cáncer renal es una enfermedad maligna del riñón, en muchas ocasiones el diagnóstico es un hallazgo en un estudio de rutina, se sugiere una evaluación por un urólogo certificado para determinar el tratamiento adecuado en cada caso.
Los carcinomas de células renales constituyen del 80 al 85 por ciento de las neoplasias renales primarias. Muchos pacientes son asintomáticos hasta que la enfermedad está avanzada.
Los síntomas y signos generalmente están relacionados con la invasión de estructuras adyacentes o metástasis a distancia. Se observa hematuria solo con invasión tumoral del sistema colector. Una masa abdominal o de flanco, que está asociada con tumores del polo inferior, se palpa más comúnmente en el adulto delgado.
Una vez realizado el diagnóstico presuntivo en función de los estudios de imagen, se debe evaluar al paciente para determinar el grado de afectación antes del tratamiento.
El cáncer de riñón es una enfermedad que representa el 4% de todos los cánceres, afecta mas frecuentemente a hombres. Los principales factores de riesgo son el Tabaquismo, obesidad e hipertensión arterial. La presentación clínica es variable, pero el principal síntoma es la hematuria (sangrado al orinar), dolor en flanco, tumor palpable, entre otros.
El diagnóstico se realiza con tomografía computarizada, y es potencialmente curable si se detecta a tiempo.
Es un cáncer fuertemente asociado al tabaquismo. El principal síntoma es la prima con sangre, aunque hoy en día la mayoría de los tumores renales se detectan de forma inesperada mediante la realización de algún estudio de imagen. El tratamiento de este cáncer es eminentemente quirúrgico, ya que no responde adecuadamente a radioterapia ni quimioterapia. Hoy día existen cirugías de mínima invasion y conservadoras de riñón que ofrecen mejor recuperación y pronóstico a los pacientes.
Enfermedad la cual consiste en la presencia de tumoración a nivel renal, se necesita de la realización de un USG y Tomografia Computarizada para un correcto diagnóstico y un tratamiento adecuado, dependiendo del tamaño de la tumoración.
Los tumores renales representan e hasta el 2% de las neoplasias sólidas en el adulto, tienen un opredominio 3:2 en el hombre y comunmente se presentan durante la sexta década de la vida. Su pronóstico y agresividad dependerán de la variante histológica así como de factores como su tamaño. Algunos de los síntomas que pueden aparecer son sangre en la orina, dolor en la espalda baja, masa palpable o fatiga pérdida de peso. En todos los casos, ante la sospecha de un tumor renal, la tomografía es el estudio de elección para su diagnóstico y la cirugía se erige como el tratamiento inicial previo a una adecuada evaluación.
Los síntomas son variados y van desde dolor lumbar, pérdida de peso, sangrado en la orína u otros síntomas vagos.
La detección se hace con la exploración física y examenes radiológicos.
El tratamiento depende de su tamaño, localización y grado de diseminación.
Las opciones son quirúrgicas de mínima invasión, cirugía abierta o tratamiento farmacológicos.
Si los tumores son pequeños, se puede salvar el riñón afectado con cirugías parciales de riñón.
Es importante la valoración urológica en este tipo de malignidades.
Es el tumor maligno del riñón; una neoplasia sumamente agresiva y con alta mortalidad si no se detecta en etapas tempranas.
Se sugiere un ultrasonido abdominal a partir de los 40 años en la población general.
Los síntomas son: dolor en el costado, sangrado en la orina y tumor palpable; otros pueden ser pérdida de peso y dolor óseo: siendo estos últimos signos de enfermedad grave.
El cáncer renal es la novena causa más común de cáncer en el mundo. Con un pico de incidencia entre los 60 y 70 años. Dentro de los factores de riesgo más importantes se encuentran: la obesidad, Tabaco, Antecedentes familiares de primera línea con cáncer renal, síndrome de VHL, enfermedad quística adquirida, Exposición ocupacional a carcinógenos especíificos, entre otros. Generalmente es una enfermedad asintomática hasta estadios avanzados de la enfermedad, hasta el 50% de los casos son detectados de manera incidental por estudios realizados para investigar otras patologías. Los síntomas clásicos: dolor en el flanco afectado, hematuria (sangrado al orinar) y una masa o tumoración palpable.
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