Equipo Doctoralia
La resonancia magnética de la columna lumbar es la prueba de diagnóstico por imágenes más precisa para examinar esta zona. En ocasiones, es la única opción ante molestias y dolor en la parte baja de la espalda.
Cerca de la mitad de las personas con problemas en la columna vertebral sufren de dolor de espalda baja. Para recibir el tratamiento adecuado, primero se necesita identificar la causa de los síntomas. Sin duda, una de las mejores herramientas para esto es la resonancia magnética de la columna lumbar. ¿Qué más vale la pena saber acerca de este estudio?
En este artículo podrás aprender acerca de:
También conocida como MRI o RM, la resonancia magnética es una técnica de imagenología para obtener imágenes del interior del cuerpo. A diferencia de una tomografía computarizada, la RM no utiliza radiación ionizante potencialmente dañina. Además, ofrece más calidad y un mayor alcance en los resultados.
Esta prueba médica es de gran utilidad para observar problemas neurológicos y musculoesqueléticos. Por esta razón, es una excelente herramienta para detectar anomalías en la columna lumbar*.
Ver también Resonancia magnética: ¿Qué es?
*La columna lumbar es la porción inferior de la espina dorsal. Se sitúa en la parte baja de la espalda por detrás del abdomen. Además de dar soporte al cuerpo, también protege a la médula espinal. Es decir, contiene fibras nerviosas que llevan información entre el cerebro y el cuerpo.
Por su ubicación, la columna lumbar es la más propensa a lesiones y sobrecargas, especialmente cuando no está apoyada por músculos abdominales fuertes. El dolor de espalda baja puede aparecer por diversas razones. Algunas de ellas son:
A menudo, el dolor lumbar desaparece o disminuye con bajar de peso, ejercicio regular y uso de una silla ergonómica para trabajar. No obstante, en algunos casos los síntomas persisten e incluso empeoran. Si padeces de dolor crónico en la espalda baja, lo mejor es consultar a un ortopedista o fisioterapeuta para iniciar un tratamiento.
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En algunos casos, vale la pena realizar algunas pruebas para detectar la causa del dolor y posiblemente programar una cirugía. La prueba imagenológica más común para esta región es una radiografía de columna lumbar. A pesar de ser barato, este estudio no siempre es lo suficientemente preciso. Por ello, otra excelente opción es la TAC de columna lumbar. Sin embargo, estos métodos utilizan radiación ionizante no recomendada para mujeres embarazadas o niños pequeños. Por otra parte, tampoco son la mejor opción para examinar la médula espinal. En estos casos, la resonancia magnética de la columna lumbar es la mejor opción.
En una resonancia magnética de columna lumbar, se utilizan ondas de radio y un fuerte campo magnético para obtener imágenes del interior del cuerpo. Con esta técnica, se pueden visualizar las vértebras lumbares, vasos sanguíneos circundantes y la médula espinal (difícilmente accesible con radiación). Asimismo, la resonancia de columna lumbar es una prueba de primera elección cuando también hay síntomas de problemas neurológicos tales como:
La resonancia magnética de columna cervical ayuda a determinar si hay sangrado, compresión, hinchazón o desgarro en la médula espinal. Con los resultados, el médico especialista determina qué acciones deben llevarse a cabo. Adicionalmente, la resonancia de columna lumbar facilita la detección y observación de enfermedades como:
La resonancia magnética de la columna lumbar también ayuda a preparar una cirugía (p. ej. para extirpar un tumor o para tratar la ciática) así como para controles postoperatorios.
Un estudio similar es la resonancia magnética de columna lumbosacra. Además de examinar las vértebras lumbares, también incluye el sacro, es decir, la zona que conecta la pelvis con la columna vertebral.
Esta técnica es tan segura que se puede realizar con cualquier frecuencia. Una resonancia magnética de columna cervical simple tiene un precio que está entre los $2,000 y $5,000 pesos. No obstante, el precio ronda entre los $3,000 y $7,000 pesos en caso de requerir un medio de contraste (gadolinio).
El estudio se realiza en establecimientos como hospitales, laboratorios o centros de imagenología. Entra a Resonancia magnética de columna lumbar para:
A diferencia de una resonancia magnética de columna lumbar simple, en la RM contrastada utiliza una sustancia adicional conocida como medio de contraste. Esto mejora la visibilidad de algunos tejidos y estructuras, pero también incrementa el costo de la prueba.
El medio de contraste utilizado para una RM generalmente está compuesto por gadolinio. A diferencia del contraste yodado utilizado para una tomografía axial computarizada, el gadolinio es menos agresivo con el cuerpo. Existe una ligera posibilidad de presentar una reacción alérgica, sin embargo, el personal de salud está preparado para actuar ante esta situación. El contraste gadolinio es muy útil para detectar cáncer.
La resonancia magnética de columna lumbar simple no requiere de preparaciones especiales. Durante la prueba, te pedirán mantenerte quieto durante 30 minutos mínimo. Por ello, deberás llevar ropa cómoda, fresca y sin objetos metálicos. Tampoco deberás utilizar cosméticos ni productos para el cabello, ya que pueden contener partículas metálicas (ver contraindicaciones más adelante).
Las principales preparaciones para una resonancia magnética de columna lumbar con contraste son:
Para mayor información acerca de los preparativos, consulta a tu médico tratante o centro de diagnóstico.
Debido a que la RM utiliza un imán muy potente, los metales podrían moverse, calentarse y reducir la calidad de las imágenes. Por ello, la presencia de metales en el cuerpo generalmente es una contraindicación para realizar una resonancia lumbar. Algunos ejemplos son:
Por otra parte, los dispositivos electrónicos implantables podrían dejar de funcionar bajo la influencia del campo magnético. Algunos dispositivos son:
Algunos implantes médicos y dispositivos electrónicos son compatibles con una resonancia magnética. Sin embargo, deberás presentar un documento especial que certifique su material de fabricación. Además, los aparatos electrónicos implantables deberán tener una protección especial para que el campo magnético no los altere. Para mayor información, te recomendamos leer Resonancia magnética y metales en el cuerpo: ¿Se puede realizar?
Otros obstáculos para realizar una resonancia magnética de columna lumbar incluyen:
Antes de iniciar, deberás retirar objetos metálicos y aparatos electrónicos como anteojos, joyas, reloj, audífonos, celular y tarjetas de pago. En algunos lugares, te pedirán utilizar una bata de hospital. Una vez listo, te llevarán a la sala de IRM en donde se encuentra el resonador, una gran máquina con un túnel circular.
El personal de salud te pedirá recostarte sobre una camilla que se moverá hacia el interior del dispositivo. Por dentro, el resonador está iluminado y ventilado, pero posiblemente escuches ruidos fuertes durante el procedimiento. Generalmente te proporcionarán unos audífonos especiales.
El radiólogo encargado permanecerá en una habitación separada. No obstante, estará en constante comunicación contigo por medio de un interfón. En ocasiones, te puede pedir contener la respiración para reducir el movimiento y enfocar mejor la imagen. Tú solamente deberás seguir sus indicaciones y ser paciente mientras obtienen los resultados. El procedimiento puede tomar entre 30 y 60 minutos.
Una vez finalizada una resonancia magnética de columna lumbar simple, podrás volver a tus actividades cotidianas. Sin embargo, tras una resonancia contrastada, deberás permanecer en el centro médico durante al menos media hora. Esto es una precaución ante la baja probabilidad de presentar un efecto adverso al medio de contraste. En dado caso, el personal médico está preparado para atenderte a tiempo.
En la mayoría de los centros de imagenología, los resultados tardan unos días en ser entregados (desde 1 hasta 5 días hábiles). Si bien las imágenes están listas de inmediato, estas deben ser interpretadas por un médico especialista. De esta manera, también te entregarán una descripción detallada de lo observado durante el estudio. Esto es de gran utilidad para que tu médico tratante pueda iniciar un tratamiento.
Si te internaron en un hospital, probablemente le harán llegar los resultados directamente a tu doctor. Sin embargo, en un centro de diagnóstico e imagen, deberás ir a recogerlos.
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